En 1970 se inauguró junto a la Facultad de Medicina de la Ciudad Universitaria, un monumento al doctor Gregorio Marañón, uno de los intelectuales españoles más importantes del siglo XX. El monumento fue inaugurado con motivo del décimo aniversario de su muerte, acaecida en 1960. Su entierro demostró la estima que el pueblo sentía hacia Marañón convirtiendo el acto fúnebre en uno de los más multitudinarios que se han vivido en Madrid.
ABC le dedicaba la portada del 29 de marzo de 1960 al entierro de Marañon. Fue un personaje de una gran popularidad/ Hemeroteca ABC
La trayectoria de Marañón es brillante, fue uno de los mejores médicos endocrinos del mundo, autor de libros como el Manual de diagnóstico etiológico de lectura obligada en todas las escuelas de medicina, así como un brillante pensador, un erudito con mucho talento para la escritura que llegó a formar parte de cinco de las ocho Reales Academias de España (lengua, historia, ciencia, medicina y bellas artes)
En la imagen La Vanguardia del 29-3-1960. El entierro de Marañón fue uno de los entierros mas multitudinarios de la historia de Madrid , si no el que más / Hemeroteca La Vanguardia
Políticamente el doctor Marañón era un demócrata liberal formado en el humanismo clásico. En la década de los años veinte combatió la dictadura de Primo de Rivera y asistió con ilusión al nacimiento de la Segunda República a la que apoyo junto con otros intelectuales. Marañón que era muy crítico con el comunismo quedó muy decepcionado por la evolución izquierdista del régimen republicano, al que acabo condenando al estallar la Guerra Civil tras contemplar los incidentes y asesinatos ocurridos en la retaguardia republicana contra religiosos y conservadores.
Liberal y humanista, Marañón quedó muy decepcionado con la experiencia republicana. Durante la Guerra Civil apoyó a Franco no por convicción política si no porque su victoria significaría el fin de una República en la que ya no creía. En la imagen detalle del monumento, una mezcla realista y abstracta del escultor Pablo Serrano / Archivo del autor
Su liberalismo demócrata y una actitud decreciente de apoyo al regimen franquista hicieron que se mantuviera exiliado hasta 1942, fecha en la que la dictadura le permitió volver a Madrid para una consulta privada. Un año después volvería al Hospital Provincial de Madrid y en 1946 a la catedra de la Facultad de Medicina.
En el momento de su inauguración fue un monumento rompedor con una estética fascinante que mezclaba la belleza clásica con las formas nuevas. Desgraciadamente con el tiempo el lugar se ha degradado / Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo Fotográfico M.San
Precisamente ahí se encuentra su monumento, un trabajo moderno y rompedor de Pablo Serrano, quien sería uno de los mejores escultores nacionales de las siguientes décadas. La escultura de Marañón mezcla realismo y cubismo en un entorno que pretende reivindicar su implicación intelectual y médica en un recuerdo para las nuevas generaciones surgidas de la universidad. El monumento, impulsado por algunos de sus compañeros de cátedra, supuso una ruptura definitiva con el simbolismo tradicional del urbanismo franquista.
Imagen actual del monumento. El lugar debía contener una especie de pequeño estanque, hoy seco, que realzaba el conjunto / Archivo del autor
Localización
Calle de Fernando de Castro Rodriguez s/n
junto a
Jardines de la plaza Ramon y Cajal.
Complejo de Ciudad Universitaria, junto a facultades de medicina.
El Madrid de Franco: Una ciudad cautiva (1939-1975) 